Según un informe de Market Report Analytics, el mercado español de la logística de cadena de frío cuenta con una fuerte proyección de crecimiento en los próximos años. Este aumento está vinculado principalmente a la mayor demanda de productos sensibles a la temperatura, lo que ha incentivado a las empresas a fortalecer sus infraestructuras y capacidades operativas.

Además, la tasa de ocupación media de los almacenes frigoríficos en España alcanzó el 88?% entre abril y junio de 2025, lo que evidencia la creciente presión operativa en un sector con demanda de almacenamiento a temperaturas controladas en niveles récord. Este dato, del Observatorio del Almacenamiento de Frío elaborado por ALDEFE, subraya la necesidad de continuar invirtiendo en eficiencia y capacidad para cubrir la creciente demanda de la cadena de frío.

Estos desafíos han brindado lecciones que las empresas pueden aplicar para diseñar una estrategia más sólida en 2026, asegurando su competitividad en un mercado cada vez más exigente.

1. Adaptación a los cambios en la demanda y la cadena de suministro

Uno de los principales retos de 2025 fue la necesidad de adaptarse rápidamente a los cambios en la demanda y las disrupciones en la cadena de suministro global. La incertidumbre económica y los aumentos en los costes operativos, particularmente en el transporte refrigerado, han puesto presión sobre las empresas para optimizar sus operaciones y gestionar la logística de manera más eficiente. Los precios de los combustibles y las tensiones geopolíticas han afectado la fluidez del comercio internacional, lo que, en ocasiones, ha generado retrasos en la entrega de productos sensibles a la temperatura.

Las empresas del sector han entendido que para 2026, deben diversificar sus proveedores y rutas, además de invertir en soluciones digitales que mejoren la visibilidad de la cadena de suministro en tiempo real. El uso de plataformas tecnológicas para gestionar el seguimiento de los productos, anticipar interrupciones y optimizar las operaciones se ha convertido en una necesidad crucial para mantener la competitividad y reducir el impacto de futuras disrupciones.

2. Innovación tecnológica y digitalización en la gestión de la cadena de frío

La digitalización ha demostrado ser un factor clave para mejorar la eficiencia y la fiabilidad de la logística refrigerada. El uso de sensores de temperatura en tiempo real, que permiten monitorear las condiciones de los productos a lo largo de la cadena de suministro, ha mejorado considerablemente la calidad del servicio. Asimismo, la inteligencia artificial y el análisis de datos han ayudado a las empresas a prever fallos en los sistemas de refrigeración antes de que ocurran, reduciendo desperdicios y mejorando la seguridad alimentaria y farmacéutica.

En 2026, la implementación de tecnologías avanzadas para la trazabilidad y la optimización de rutas mediante IA serán factores diferenciadores importantes para las empresas que busquen no solo mejorar sus procesos, sino también ganar la confianza del consumidor al ofrecer mayor transparencia y seguridad en la gestión de productos sensibles.

La clave estará en adaptarse rápidamente a los cambios en la demanda, adoptar tecnologías que mejoren la eficiencia operativa, y priorizar la sostenibilidad como una estrategia competitiva. Las empresas que se enfoquen en la flexibilidad, la digitalización, y la automatización estarán mejor preparadas para enfrentar los retos del futuro y para consolidar su posición en un mercado cada vez más exigente.

3. Sostenibilidad y eficiencia energética como prioridades estratégicas

La sostenibilidad ha sido un tema clave durante 2025. Las empresas de logística refrigerada, enfrentando tanto las expectativas de los consumidores como las nuevas regulaciones medioambientales, han tenido que priorizar la reducción de su huella de carbono.

En España, la adopción de flotas eléctricas ha aumentado un 12% con respecto al año anterior, y se espera que esta tendencia continúe en 2026, a medida que los operadores busquen reducir su impacto ambiental y los costes asociados al uso de combustibles fósiles. Las inversiones en fuentes de energía renovable, tanto en los centros de almacenamiento como en los vehículos de transporte, están avanzando, pero aún queda camino por recorrer.

4. Mirada hacia el Futuro: Estrategias para 2026

En definitiva, de cara a 2026, las empresas de logística refrigerada deberán reforzar sus estrategias para mantenerse competitivas en un entorno cada vez más exigente y cambiante:

• Diversificación y flexibilidad en la cadena de suministro. La diversificación de proveedores, rutas y capacidades operativas será clave para minimizar el impacto de futuras disrupciones. El apoyo en plataformas avanzadas de gestión permitirá una mayor capacidad de adaptación ante cambios en la demanda y el entorno operativo.
• Sostenibilidad. La transición hacia tecnologías más limpias y soluciones energéticas eficientes seguirá siendo una prioridad. Las inversiones en energías renovables y flotas con menor impacto ambiental serán determinantes para reducir costes operativos y cumplir con las normativas medioambientales..
• Transformación digital. La apuesta por tecnologías que optimicen la logística y refuercen la trazabilidad continuará marcando la diferencia. Soluciones basadas en inteligencia artificial, sensores IoT y sistemas avanzados de gestión permitirán mejorar la eficiencia, reducir desperdicios y aumentar la transparencia..
• Automatización. El incremento de la automatización en almacenes y procesos de transporte contribuirá a mejorar la productividad, reducir la dependencia de la mano de obra y aumentar la fiabilidad de las operaciones.

En este contexto, operadores especializados como Soapa afrontan 2026 alineando su modelo logístico con estos ejes estratégicos, apostando por la eficiencia operativa, la innovación y un servicio adaptado a las nuevas exigencias del mercado.